Precios de Combustibles y Mercado Internacional

Precios de Combustibles y Mercado Internacional

Por Alberto Pontoni. Mayo 2004

En el horizonte ha comenzado ha delinearse un nuevo fantasma que amenaza con agravar la crisis energética originada por la escasez del gas. Esta semana el precio internacional del petróleo, continuando la tendencia alcista de los últimos meses, alcanzó el récord de 42 dólares por barril. Esta situación ha dado pie a un nuevo reclamo de las empresas que operan en nuestro país para obtener ajustes en los precios del crudo y de los combustibles.

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En principio resulta lógico y razonable que en una economía de mercado las empresas reclamen por un "alineamiento" de los precios internos en correspondencia con los valores internacionales. Sin embargo, resulta ilustrativo analizar la evolución de los precios y el comportamiento de esas mismas empresas durante la década pasada para comprobar la poca coherencia y falta de consistencia de dichos argumentos.

Antes de entrar al fondo de la cuestión es necesario destacar el alto grado de concentración que impera en el mercado de combustibles de nuestro país, ya que tan sólo 3 empresas son responsables del 90% de la producción y comercialización de derivados del petróleo. A fines de los 90 la participación de Repsol YPF (incluyendo su controlada EG3) en la refinación de derivados de petróleo era del 57% y la de Shell y Esso del 35%. Entre las tres sumaban un 92% del total. A su vez, en ventas a consumidores finales las tres concentraban el 90% y 88% de los mercados de naftas y gas oil. En términos generales el volumen de gasoil vendido casi triplica las ventas de naftas, debido a la fuerte sustitución de naftas por gasoil (fenómeno de dieselización) y GNC que se registró durante el último decenio.

Sobreprecios y Rentas Oligopólicas

En abril del año 2000 el Instituto Argentino de la Energía (IAE) publicó el trabajo "Análisis del Mercado de Combustibles Líquidos en la República Argentina", realizado por expertos de su Departamento Técnico. En el mismo se estudia la evolución de los precios de los combustibles y se comparan los precios cobrados en nuestro país por las empresas productoras con los valores de referencia internacionales.

Los hallazgos, correspondientes al periodo 1992-2000, fueron sorprendentes:

Los precios en salida de refinería (excluyen impuestos y gastos de comercialización) de los combustibles vendidos en el país nunca siguieron una trayectoria que reflejara los cambios en el mercado internacional, sino que mantuvieron sus propios niveles.

Los precios del gasoil y las naftas cobrados por las refinadoras se ubicaron, en promedio, entre un 19% y un 64% por encima de sus valores de referencia internacional, dependiendo del producto y de la empresa.

En las naftas el sobreprecio cobrado por YPF, respecto de su valor de referencia internacional, fue del 38%. En el caso de Esso del 47% y de Shell del 64%. En el gasoil el sobreprecio promedió un 19%. Los mayores apartamientos se observaron en 1998 y 1999, cuando el precio internacional del crudo se redujo a 10-12 u$s/barril, sin que esta baja repercutiera en el mercado interno. En ese momento el gasoil refinado por YPF se llegó a vender a un precio superior en un 150% a su valor internacional y en el caso de Shell el sobreprecio alcanzó a un 220%.

El cuadro siguiente muestra los excedentes transferidos a las principales refinadoras como consecuencia de los sobreprecios derivados de la diferencia de precios internos respecto de los internacionales. Para la estimación se han considerando los precios y el volumen comercializado por cada empresa entre 1993 y 1999.

El estudio también señala que los excedentes transferidos por los consumidores (particulares, agro, transporte e industria) a favor de las principales refinadoras como consecuencia de los sobreprecios derivados de la diferencia de precios internos respecto de los internacionales entre los años 1993 y 1999 fueron de aproximadamente 4.500 millones de pesos/dólares. La captación de este excedente se distribuyó entre las principales productoras de la siguiente forma: YPF+EG3 54%, Shell 28% y Esso 18%.

Esta situación abusiva fue consecuencia de las condiciones de oligopolio y falta de competencia del mercado argentino, que permitió que las empresas no trasladaran a los precios finales de los combustibles la baja del crudo en el mercado internacional. Por el contrario, el incremento de precios del petróleo, sobre todo el que se produjo desde fines de 1999, fue trasladado en forma casi inmediata a los precios de venta final de los productos.

Reflexiones

En una economía de mercado el precio doméstico de los combustibles debe guardar una cierta correspondencia con el nivel de precios del mercado internacional. La experiencia argentina de la última década es un claro ejemplo de las distorsiones derivadas del poder oligopólico ejercido por un puñado de empresas, consolidado a partir de la privatización de YPF. Los precios internos subieron siempre que se registraron alzas en el mercado mundial pero no descendieron cuando estos disminuían. Obviamente, esto fue posible debido a la existencia de un Estado complaciente o cómplice (no ausente).

El resultado de estas maniobras fue una enorme transferencia de recursos que redujo la capacidad adquisitiva de las familias y restó competitividad a la producción nacional.

Hoy son las mismas empresas las que reclaman ajustes de los precios domésticos de los combustibles en razón del alza internacional del petróleo. Corresponde al nuevo Gobierno llevar a la mesa de negociación su comportamiento pasado y establecer formas de compensación y mecanismos que eviten la continuidad de estas prácticas y la obtención de rentas fundadas en prebendas y privilegios.

Como citar este texto: 

Clubmacro (01 de Mayo de 2004). "Precios de Combustibles y Mercado Internacional". [en linea]
Dirección URL: https://www.econlink.com.ar/precioscombustibles (Consultado el 14 de Mayo de 2021)


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